Taller sobre la Alforja Educativa para la salud escolar en la Unión Nacional de Educadores, UNE de Ecuador
Surfeando entre los cortes de energía que el 18 abril agobiaban a Quito, Silvia Bernal y Kléver Calle, colaboradores de ReAct Latinoamérica, arribaron puntualmente al emblemático edificio de la Unión Nacional de Educadores (UNE), para conocerse con su Comisión Pedagógica y compartir un taller introductorio sobre la Alforja Educativa. Había llegado el día, por fin, después de semanas de planificación.
Emplazado en el centro-norte de la capital ecuatoriana, el de la UNE es un edificio cargado de historia e historias. Tan es así que este 2024 el gremio de docentes está conmemorando 80 años de vida. En el salón concedido para el taller, destacaban los afiches alusivos a la conmemoración y un retrato altivo de Rosita Paredes, profesora de música y canto de varias escuelas populares de Guayaquil, asesinada un lejano 11 de agosto de 1973.
La Comisión Pedagógica está compuesta por 12 personas, entre ellas, Andrés Quishpe, presidente nacional de la UNE, Klever Hidalgo y Dora Morocho, presidente y vicepresidenta de la UNE de la provincia de Pichincha, respectivamente, y Ramiro Beltrán, dirigente histórico del magisterio.
En sus presentaciones personales, las maestras destacaron su pasión por la danza folklórica, la medicina natural y los páramos, de donde venían. De su lado, Silvia y Kléver sintetizaron la larga trayectoria de la Fundación Niño a Niño y ReAct Latinoamérica, enseñando algunos de sus logros en la interconexión entre educación y salud en centros escolares, realzando la resistencia bacteriana y el uso adecuado de antibióticos, así como su articulación con redes académicas y sociales de América Latina y el mundo.
Para entrar en materia, Kléver demarcó la cancha de juego explicando que el enfoque Madre Tierra, Una Salud reconoce tres cosas: 1) que la salud humana, la salud animal y la salud de los ecosistemas son interdependientes; 2) que, por tanto, nuestra salud es el reflejo de lo que comemos, bebemos y respiramos, de las relaciones que establecemos, en definitiva; 3) y que el cuidado de las relaciones debe darse a escala planetaria, porque todos los seres tienen derecho a la salud.
Desde el enfoque Madre Tierra, Una Salud, se reconoce que los microorganismos son esenciales para la salud del planeta y sus habitantes, entre ellos, los humanos, pero también que hay especies patógenas para la salud humana. Por consiguiente, la resistencia bacteriana, que siega la vida de más de un millón de personas por año, viene a ser un problema de salud pública acelerada por el uso indebido de antibióticos.
A partir de ahí, Silvia fue tejiendo la trama que une la salud con la educación, los centros escolares, los profesores, las niñas y niños, sus familias y sus barrios. Lo que hace la Estrategia Niño a Niño, dijo, es potenciar el talento innato de los niños como educadores y comunicadores. Mientras disertaba, a los maestros se les iba iluminando el rostro, porque literalmente estaba poniendo la salud en sus manos. De entre sus memorias, Ramiro Beltrán trajo a la mesa de diálogo el proyecto de las escuelas saludables que en los años 90s la UNE impulsó.
La Alforja Educativa, continuó Silvia, es el fruto de la colaboración entre profesionales de la salud, científicos, maestros, artistas, niños y niñas de América Latina, Europa, Asia y África, después de un proceso de maduración que tomó más de 15 años. Reúne guías educativas sobre el agua, la alimentación, el mundo microbiano, la resistencia bacteriana y el uso adecuado de antibióticos, además de cuentos, canciones y animaciones, todo artísticamente anudado. No es una nueva carga laboral, advirtió Silvia, es una herramienta para entrelazar las ciencias, las artes y la cultura física por medio de la salud.
Dora Morocho, vicepresidenta de la UNE de Pichincha, quiso saber si la Alforja podría ser un proyecto o integrarse al currículo escolar. La Alforja es un conjunto bien acoplado como un grupo de música. No obstante, sus elementos pueden también tocarse por separado adaptándose a cada caso concreto. Por tanto, puede ser un proyecto o puede integrarse al currículo escolar, respondió Silvia.
A continuación, a partir de las guías educativas, Silvia les propuso trabajar una pequeña obra artística sobre el concepto Madre Tierra, Una Salud, en el que se les haga visibles a los microbios y su función. Así que, asidos a sus alas creativas, los profesores se pusieron a jugar, dibujar y colorear. Y de este modo, rápidamente entraron a danzar con la Madre Tierra y las bacterias. En su libre albedrío, Ramiro, se dio a la tarea de escribir una octava sobre los microorganismos y su función:
Pequeñita, amiga mía,
Primera habitante del planeta,
Célula unitaria, a porfía,
Del Universo, a la vida desafía.
En tu mundo, sois variadas,
Redondas, alargadas cual bastón.
Aparecen cuando vuelan cual hadas.
Nadie sabe cuántas son.
En la última etapa de este viaje por la Alforja Educativa, Silvia presentó el video, que relata la historia de un grupo de niños y niñas de una escuela pública argentina emprendiendo una huerta agroecológica. Por medio de sus propias voces, se va conociendo todo lo que aprendieron sobre agroecología, el mundo microbiano, química, la cocina, la alimentación, el uso adecuado de antibióticos y la resistencia bacteriana. El cuidado de la salud, en una palabra.
El 6 de abril anterior, la Unión Nacional de Educadores lanzó la iniciativa “Educación en emergencia”, para actuar frente a la crisis del sistema educativo: estos últimos años, más de 200.000 niños, niñas y adolescentes han abandonado la escuela debido a la pobreza y la inseguridad. En su reflexión final, el presidente de la UNE Nacional, Andrés Quishpe, hizo notar la gran oportunidad que se había abierto para que el eje de educación y salud, desarrollado por la Fundación Niño a Niño y ReAct Latinoamérica, por medio de la Alforja Educativa, forme parte de “Educación en emergencia”.
Mientras todos estos encuentros, sueños y anhelos que conjuntan educación, salud y arte iban saliendo a flote, parecía como si a Rosita Paredes, desde el óleo del gran artista que la había inmortalizado, le crecía una sonrisa por los 80 de la Unión Nacional de Educadores años bien celebrados.
Comisión Pedagógica de la UNE. Desde la izquierda, Carlos Hurtado, Ramiro Beltrán, Santiago Molina, Andrés Quishpe, Silvia Bernal, Dora Morocho, Lizz Ponce, Klever Hidalgo, Marilyn Santamaría, Gabriela Quiroz y Jefferson Morales.